
Jarabe de clown es una agrupación de jóvenes con una sola meta: ayudar a través de la risa.
Mediante la dinámica de clown buscamos mejorar la estadía de nuestros pacientes de distintos hospitales y centros de atención. Se trata de trasformar el tedio en alegría, el estrés en diversión.
El clown, por ser alguien totalmente sincero y abierto a los demás, tiene una facilidad indescriptible para llegar al paciente y crear un vínculo especial con el mismo, acelerando la recuperación física y anímica de este.
No se trata sólo de regalarles unos minutos de sonrisas, sino de realmente hacer cuanto podamos por mejorar las condiciones de su estadía: mejorar el vínculo con el personal (doctores, limpieza, asistentes) , con los demás pacientes, apoyar a los familiares, etc.
Jarabear es…
querer
alegrar amar ayudar ser hombro de apoyo robar sonrisas apoyar agradecer extrañar jugar
comprender escuchar bailar? TODO.. todo cuánto produzca la sensación de una dosis de jarabe –> :)
Mediante la dinámica de clown buscamos mejorar la estadía de nuestros pacientes de distintos hospitales y centros de atención. Se trata de trasformar el tedio en alegría, el estrés en diversión.
El clown, por ser alguien totalmente sincero y abierto a los demás, tiene una facilidad indescriptible para llegar al paciente y crear un vínculo especial con el mismo, acelerando la recuperación física y anímica de este.
No se trata sólo de regalarles unos minutos de sonrisas, sino de realmente hacer cuanto podamos por mejorar las condiciones de su estadía: mejorar el vínculo con el personal (doctores, limpieza, asistentes) , con los demás pacientes, apoyar a los familiares, etc.
Jarabear es…
querer
alegrar amar ayudar ser hombro de apoyo robar sonrisas apoyar agradecer extrañar jugar
comprender escuchar bailar? TODO.. todo cuánto produzca la sensación de una dosis de jarabe –> :)
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TESTIMONIO DE CHISPAS
Recuerdo ese domingo 21 de diciembre…cómo olvidarlo. Chispas chispeaba de emoción porque era su primera navidad en el hospital… qué tonto de mi parte pensar que ese día sería memorable sólo por eso, porque luego apareció la verdadera razón.
Estaba, como casi siempre, jugando por medicina D, entramos a “La sala de quemados”, que para mí es el mejor lugar de todo el hospital, donde realmente chispeó como en ningún otro sitio. Estaba caminando con Mar-Mar distraídamente, pues en el corredor se estaba realizando una chocolatada, con muchos globos, colores y dulces…que hasta a Chispitas le emocionaron y lograron captar su atención, mientras intentaba robar algunos dulces. Unas chicas se nos acercaron, y a la volada, nos dijeron que fuéramos a visitar a un niñito que no podía salir de su cuarto pues estaba en “aislamiento”. Me sonó raro ese nombre, nunca había ido a ese cuarto ni escuchado de él, un cuarto al fondo del piso… ahí estabas tú. Primero te vimos de afuera, mientras una enfermera nos decía, estúpidamente en voz alta, que tu padre había fallecido en el mismo accidente que hizo que fueras a parar a ese cuarto.
Con un poco de miedo y curiosidad innata en nosotros, junto con Mar-Mar entramos a tu cuarto. Cubierto de vendas postrado en tu cama, nos recibiste.Nos acercamos. “Hola soy Chispas…”, “Hola, y yo Mar-Mar…”. No podías vernos ni hablar bien, pues las heridas te lo impedían…. Recuerdo (yo, Chispas) que con Mar-Mar no sabíamos muy bien que decir o hacer…realmente nos impresionaba tu situación…la cuál resultaba indiferente a la algarabía que se vivía afuera; algarabía que tú no ignorabas. Tratamos de distraerte diciéndote que la música que se escuchaba era un nuevo tipo de terapia de relajación para los niños, y también “mentimos” al decirte que no teníamos ni idea de cuando era navidad, pero que de hecho te recuperarías pronto. Teniendo en cuenta la navidad, comenzamos a improvisar algunos villancicos para ti; y luego, te contamos como estábamos vestidos: vestido fosforescente floreado, sombrero con una flor…Chispas. Sombrero alto amarillo, globos en las piernas…Mar-Mar.
Al siguiente domingo, nos sorprendimos que nos reconocieras, te acordabas de nuestros nombres… ¡Wooow! Nos emocionó mucho, pues el domingo anterior no podías vernos; pero, al parecer, logramos conseguir un lugarcito en tu pequeña mente de niño de 13 años… ahí entendimos que ya habíamos pasado la barrera, que nos habías concedido el gran honor de ser considerados amigos…¡Amigos!…
Así cada domingo íbamos a buscarte, eras digno merecedor del mayor tiempo posible que te podíamos dar; aunque un par de veces no tuvimos tanta suerte y justo estabas en sala de curaciones y no podíamos verte… ¿te acuerdas la ocasión que te escribimos una carta? Estabas en sala de curaciones…nunca la llegaste a leer, pues la enfermera nunca te la entregó… te decíamos que nos habían dicho que te habías ido de paseo y t disculpábamos por no invitarnos…
Ese último día que te vi…a mí, Chispas, me mandaron a otro pabellón…Mar-Mar, vino corriendo a decirme que habías preguntando por mí…¡Wooow! ¡Me extrañabas! Emocionadísimos, los dos fuimos corriendo a ese lugar mágico llamado burdamente “Sala de quemados”. Mar-Mar haciendo gala de sus dotes mágicas, me hizo aparecer mágicamente detrás de su bata… Te saludé feliz de ver tu rostro más claramente, pues no en vano ya habían pasado casi un mes y medio, y tu mejoría era evidente. Mar-Mar me contó que nuestro querido amigoAnés te había dejado un secreto que debías cumplir… decir todas las noches, antes de dormir: “Daré gracias a Dios y pronto saldré de aquí”, quien iba a saber que lo pedirías con tantas ganas hasta que se cumplió un 6 de febrero…
8 de Febrero… prometía ser un día completamente feliz… Venían los nuevos jarabitos a visitarnos… de hecho habían nervios, alegría, ganas de hacer las cosas bien… pero quién diría que las cosas se darían de tal manera, que todos esos sentimientos cambiarían a todo lo contario en menos de lo que pensábamos, al menos para Mar-Mar y yo.Nos separaron en grupos…ninguna de las personas que suelen ir a la “Sala de quemados” estaban en el grupo que iría a Medicina D. Chispas y Mar-Mar en diferentes grupos: Chispas a Traumatología, Mar-Mar a Neumología….De hecho, recuerdo que cruzamos una mirada que, en palabras, decía: Esto es raro……Aunque nunca pensamos, lo que nos esperaba…Chispas había recibido, de no recuerda quien, un perrito de globo (Gracias a esa persona que se lo dio), fue corriendo donde Chiss, y le pidió que buscara en Quemados a Edgar y le diera ese perrito de parte de Chispas y Mar-Mar.
Felices, cada uno clowneó por su lado… Al acabar, después de un día genial, bajando las escaleras vi a mi despistada Chiss, aun con el perrito, aunque no creí que fuera tan despistada como para no haber olvidado dárselo…. Me dijo que no había encontrado a Edgar, e ilusamente creí que quizá solo lo habían cambiado de cuarto.
Terminando el compartir entre jarabotes y jarabitos, de nuevo se me ocurrió acercarme a Yaloca (Chiss) a preguntarle por el perrito de globito… casualmente también se acercó Omar (Mar-Mar), preguntando también por Edgar. Yaloca nos repitió que no estaba Edgar… cualquier idea pasó por mi mente menos “esa”, incluso tontamente le dije a Omar que mejor lo buscáramos el próximo domingo pues no pensaba ir a buscarlo sin Chispas conmigo. PERO…ese pero que a veces uno quisiera que no existiera, SI, ese que uno teme escuchar, que te advierte que no viene algo bueno a continuación…
Yaloca: Nita, no estabaNita: lo deben haber cambiado de cuartoYaloca: No te que quería decir…pero…no estaba porque me dijeron que ya falleció
SHOCK, lectura mental a velocidad infinito negativo.No sé ni que caras habremos puesto ambos…solo atinamos a salir corriendo de ahí…. Subir corriendo las escaleras… entrar a la velocidad de la luz a la sala donde tantas veces te vimos sonreír y viceversa…(Las casualidades de la vida…la puerta siempre cerrada de quemados, esta vez tú la tenías abierta para nosotros)… Nos olvidamos de las batas, ¡Qué importaban ya! A la primera enfermera le preguntamos por ti… “Si, ya falleció… hace dos días”…
Nita (Chispas) salió al instante caminando hacia fuera del hospital, sin saber qué hacer, a llorar ante el primer abrazo recibido.
Omar (Mar-Mar) se quedó a verificar tu cama vacía y a hacer preguntas que no encontraron respuestas; para luego sentarse en la rotonda a mirar al vacío.
Actitudes diferentes ante un mismo dolor.
Pues es que a tu corta edad, y aunque nunca pudiste contarnos todo lo que habrías querido, te habías colado en nuestros corazones; y, espero no equivocarme, también nosotros en el tuyo. Te extrañaremos, te recordaremos, te aseguramos que esa sala, ese lugar, ese pabellón, el hospital, nunca será en mismo sin ti, pues tú en tu dolor nos regalaste más de lo que podíamos esperar: Tu sonrisa…y tu amistad.
La tarea de un clown de hospital, es realmente el trabajo más difícil del mundo, no todo es de colores, hay mucho dolor de por medio y hay que tener mucha fuerza para continuar, no sólo se trata de divertirse pues la responsabilidad es muy grande y de veras uno nunca sabe cuándo será ese “último domingo”, pues quizá para volver a ver a esos niños que amamos habrá que esperar más de 7 días…
En ese mundo de sueños que trate de mostrarte, tú cumpliste eso en lo que pensabas cada noche antes de dormir… “en que pronto saldré de aquí”… Y efectivamente, lo hiciste.Nosotros también cumpliremos nuestra promesa de seguir pintando con muchos colores brillantes y llenos de esperanza el mundo para muchos niños más, como tú,… Edgar.
Tienes mi palabra.
Estaba, como casi siempre, jugando por medicina D, entramos a “La sala de quemados”, que para mí es el mejor lugar de todo el hospital, donde realmente chispeó como en ningún otro sitio. Estaba caminando con Mar-Mar distraídamente, pues en el corredor se estaba realizando una chocolatada, con muchos globos, colores y dulces…que hasta a Chispitas le emocionaron y lograron captar su atención, mientras intentaba robar algunos dulces. Unas chicas se nos acercaron, y a la volada, nos dijeron que fuéramos a visitar a un niñito que no podía salir de su cuarto pues estaba en “aislamiento”. Me sonó raro ese nombre, nunca había ido a ese cuarto ni escuchado de él, un cuarto al fondo del piso… ahí estabas tú. Primero te vimos de afuera, mientras una enfermera nos decía, estúpidamente en voz alta, que tu padre había fallecido en el mismo accidente que hizo que fueras a parar a ese cuarto.
Con un poco de miedo y curiosidad innata en nosotros, junto con Mar-Mar entramos a tu cuarto. Cubierto de vendas postrado en tu cama, nos recibiste.Nos acercamos. “Hola soy Chispas…”, “Hola, y yo Mar-Mar…”. No podías vernos ni hablar bien, pues las heridas te lo impedían…. Recuerdo (yo, Chispas) que con Mar-Mar no sabíamos muy bien que decir o hacer…realmente nos impresionaba tu situación…la cuál resultaba indiferente a la algarabía que se vivía afuera; algarabía que tú no ignorabas. Tratamos de distraerte diciéndote que la música que se escuchaba era un nuevo tipo de terapia de relajación para los niños, y también “mentimos” al decirte que no teníamos ni idea de cuando era navidad, pero que de hecho te recuperarías pronto. Teniendo en cuenta la navidad, comenzamos a improvisar algunos villancicos para ti; y luego, te contamos como estábamos vestidos: vestido fosforescente floreado, sombrero con una flor…Chispas. Sombrero alto amarillo, globos en las piernas…Mar-Mar.
Al siguiente domingo, nos sorprendimos que nos reconocieras, te acordabas de nuestros nombres… ¡Wooow! Nos emocionó mucho, pues el domingo anterior no podías vernos; pero, al parecer, logramos conseguir un lugarcito en tu pequeña mente de niño de 13 años… ahí entendimos que ya habíamos pasado la barrera, que nos habías concedido el gran honor de ser considerados amigos…¡Amigos!…
Así cada domingo íbamos a buscarte, eras digno merecedor del mayor tiempo posible que te podíamos dar; aunque un par de veces no tuvimos tanta suerte y justo estabas en sala de curaciones y no podíamos verte… ¿te acuerdas la ocasión que te escribimos una carta? Estabas en sala de curaciones…nunca la llegaste a leer, pues la enfermera nunca te la entregó… te decíamos que nos habían dicho que te habías ido de paseo y t disculpábamos por no invitarnos…
Ese último día que te vi…a mí, Chispas, me mandaron a otro pabellón…Mar-Mar, vino corriendo a decirme que habías preguntando por mí…¡Wooow! ¡Me extrañabas! Emocionadísimos, los dos fuimos corriendo a ese lugar mágico llamado burdamente “Sala de quemados”. Mar-Mar haciendo gala de sus dotes mágicas, me hizo aparecer mágicamente detrás de su bata… Te saludé feliz de ver tu rostro más claramente, pues no en vano ya habían pasado casi un mes y medio, y tu mejoría era evidente. Mar-Mar me contó que nuestro querido amigoAnés te había dejado un secreto que debías cumplir… decir todas las noches, antes de dormir: “Daré gracias a Dios y pronto saldré de aquí”, quien iba a saber que lo pedirías con tantas ganas hasta que se cumplió un 6 de febrero…
8 de Febrero… prometía ser un día completamente feliz… Venían los nuevos jarabitos a visitarnos… de hecho habían nervios, alegría, ganas de hacer las cosas bien… pero quién diría que las cosas se darían de tal manera, que todos esos sentimientos cambiarían a todo lo contario en menos de lo que pensábamos, al menos para Mar-Mar y yo.Nos separaron en grupos…ninguna de las personas que suelen ir a la “Sala de quemados” estaban en el grupo que iría a Medicina D. Chispas y Mar-Mar en diferentes grupos: Chispas a Traumatología, Mar-Mar a Neumología….De hecho, recuerdo que cruzamos una mirada que, en palabras, decía: Esto es raro……Aunque nunca pensamos, lo que nos esperaba…Chispas había recibido, de no recuerda quien, un perrito de globo (Gracias a esa persona que se lo dio), fue corriendo donde Chiss, y le pidió que buscara en Quemados a Edgar y le diera ese perrito de parte de Chispas y Mar-Mar.
Felices, cada uno clowneó por su lado… Al acabar, después de un día genial, bajando las escaleras vi a mi despistada Chiss, aun con el perrito, aunque no creí que fuera tan despistada como para no haber olvidado dárselo…. Me dijo que no había encontrado a Edgar, e ilusamente creí que quizá solo lo habían cambiado de cuarto.
Terminando el compartir entre jarabotes y jarabitos, de nuevo se me ocurrió acercarme a Yaloca (Chiss) a preguntarle por el perrito de globito… casualmente también se acercó Omar (Mar-Mar), preguntando también por Edgar. Yaloca nos repitió que no estaba Edgar… cualquier idea pasó por mi mente menos “esa”, incluso tontamente le dije a Omar que mejor lo buscáramos el próximo domingo pues no pensaba ir a buscarlo sin Chispas conmigo. PERO…ese pero que a veces uno quisiera que no existiera, SI, ese que uno teme escuchar, que te advierte que no viene algo bueno a continuación…
Yaloca: Nita, no estabaNita: lo deben haber cambiado de cuartoYaloca: No te que quería decir…pero…no estaba porque me dijeron que ya falleció
SHOCK, lectura mental a velocidad infinito negativo.No sé ni que caras habremos puesto ambos…solo atinamos a salir corriendo de ahí…. Subir corriendo las escaleras… entrar a la velocidad de la luz a la sala donde tantas veces te vimos sonreír y viceversa…(Las casualidades de la vida…la puerta siempre cerrada de quemados, esta vez tú la tenías abierta para nosotros)… Nos olvidamos de las batas, ¡Qué importaban ya! A la primera enfermera le preguntamos por ti… “Si, ya falleció… hace dos días”…
Nita (Chispas) salió al instante caminando hacia fuera del hospital, sin saber qué hacer, a llorar ante el primer abrazo recibido.
Omar (Mar-Mar) se quedó a verificar tu cama vacía y a hacer preguntas que no encontraron respuestas; para luego sentarse en la rotonda a mirar al vacío.
Actitudes diferentes ante un mismo dolor.
Pues es que a tu corta edad, y aunque nunca pudiste contarnos todo lo que habrías querido, te habías colado en nuestros corazones; y, espero no equivocarme, también nosotros en el tuyo. Te extrañaremos, te recordaremos, te aseguramos que esa sala, ese lugar, ese pabellón, el hospital, nunca será en mismo sin ti, pues tú en tu dolor nos regalaste más de lo que podíamos esperar: Tu sonrisa…y tu amistad.
La tarea de un clown de hospital, es realmente el trabajo más difícil del mundo, no todo es de colores, hay mucho dolor de por medio y hay que tener mucha fuerza para continuar, no sólo se trata de divertirse pues la responsabilidad es muy grande y de veras uno nunca sabe cuándo será ese “último domingo”, pues quizá para volver a ver a esos niños que amamos habrá que esperar más de 7 días…
En ese mundo de sueños que trate de mostrarte, tú cumpliste eso en lo que pensabas cada noche antes de dormir… “en que pronto saldré de aquí”… Y efectivamente, lo hiciste.Nosotros también cumpliremos nuestra promesa de seguir pintando con muchos colores brillantes y llenos de esperanza el mundo para muchos niños más, como tú,… Edgar.
Tienes mi palabra.
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